La mejor manera de hacer frente a las
recesiones económicas es con un incremento
de la productividad, ser más eficaces con los mismos o menos recursos; las
personas que trabajan en nuestra organización, deben tener más capacidad de
realizar mejor el trabajo en el menor tiempo posible. Rendir mejor.
Si bien, el primer paso esencial, es contar con las herramientas
tecnológicas adecuadas, el segundo
pero no menos importante es el mapeo y establecimiento de un buen sistema de
políticas y procedimientos, que incluya tareas, mediciones, evaluaciones y controles,
revisados continuamente por la Alta Dirección, también existen otros aspectos,
más cualitativos que pocas organizaciones cuidan, pero que hacen una gran
diferencia, en los resultados.
Los tres principios, independientes de
la remuneración económica, para fomentar que los empleados y ejecutivos rindan
mejor son:
I Impulsando la sinergia. La sinergia se
logra cuando todos comprenden que la suma de las partes es más importante que
los intereses personales. Como lo explica muy bien Stephen Covey en su libro, La Tercera Alternativa, “Sinergia es el potente
resultado que se obtiene cuando dos o más deciden, juntos, ir más allá de
cualquier idea preconcebida para alcanzar un gran reto. Es la pasión, la
energía, el ingenio y la emoción de crear una nueva realidad mucho mejor que la
anterior”. Alimentando la sinergia, las empresas adquieren una fuerza adicional
para alcanzar sus objetivos de una mejor manera.
Fomentando salud y
bienestar. Es algo en lo que la Alta Dirección, no suele pensar pero la salud de
la empresa, depende de la salud de las personas. Es una buena inversión, facilitar
áreas de ejercicio físico, comida saludable, agua para beber de calidad Premium,
si es posible aire purificado e impulsar buenos hábitos. Las personas
saludables, por lógica son más eficientes. Los costos económicos y de tiempo,
en que incurren las organizaciones por la falta de buena salud de sus
trabajadores, son muy grandes. Una cultura de salud y bienestar, además de
reducir significativamente estos costos, obtiene un incremento visible en la
eficiencia de cada individuo, que se ve reflejado en alto crecimiento de la
productividad.
3.
Cultivando el buen estado de ánimo general. En su libro The happiness advantage, Shawn Achor, nos dice que “La felicidad es precursora del
éxito y alimenta el desempeño y cumplimiento, dando una absoluta ventaja
competitiva”. Entonces, los empleados felices, tienen un mejor desempeño en las
actividades que realizan, cualquiera que éstas sean. Estudios han comprobado que el cerebro
literalmente se desempeña mejor, cuando tiene un estado de ánimo positivo. Así
que fomentar una cultura positiva, de motivación y aliento a lo largo de la
organización, va a derivar en un incremento muy interesante en la
productividad.
Un número sustancial de empresas, de
todo tamaño, suelen hacer lo contrario a estos tres principios, cuando empiezan
las crisis y entonces, se vuelve un circulo vicioso, del que salir es muy
complicado.
La implementación de cada una, toma
tiempo, y requiere el compromiso al más alto nível de la organización, pero una
vez que se logre, los resultados en tasas de productividad, serán
sorprendentes.
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